Además del menor desgaste mecánico que sufren los vehículos impulsados por GNC. Hay que añadir, más aspectos ecológicos, sobre los vehículos de combustión tradicionales. El coche a gas:

  • Reducción de las emisiones de CO2 hasta un 24%.
  • Reducción de más del85% de emisiones de óxido de nitrógeno.
  • Reducción del 99% de partículas nocivas.
  • Reducción de la contaminación acústica, en un 50%.

Ventajas legales y administrativas del Gas Natural Comprimido

Al tratarse de un tipo de carburante más limpio que la gasolina o el diésel, todos los vehículos impulsados por GNC cuentan directamente con la etiqueta ECO de la DGT. La cual permite circular por lugares restringidos al tráfico en muchas ciudades.

Pero además hay más ventajas, y es que este tipo de automóviles:

  • Tienen un75% de descuento en el impuesto sobre vehículos de tracción mecánica.
  • La exención del pago del impuesto de matriculación.
  • Descuentos en aparcamientos y peajes.

Un menor consumo gracias a la combinación del motor de gasolina junto al de GNC, también conlleva una mayor autonomía, superando los 1.200 km en algunos modelos. Si el depósito de GNC se acaba no hay que preocuparse, ya que el propulsor seguirá moviendo el vehículo con gasolina. De manera que es imperceptible el cambio de uno a otro durante la marcha. ¿Se puede pedir más?

¿Cómo las marcas de coches se adaptan al combustible del futuro?

Audi y sus plantas de Werlte y Allendorf

 Pocos fabricantes se han tomado tan en serio la producción de combustibles sintéticos como Audi. La cual trabaja desde hace tiempo en la investigación de procesos para crear combustibles empleando agua y aire.

La última novedad que nos llega de Audi y “sus” combustibles sintéticos tiene que ver con crear un combustible dividiendo el agua en hidrógeno y oxígeno, y consiguiendo que unos microorganismos absorban CO2 del aire.

Lo que Audi llama “e gas”, es metano sintético. Un gas que puede emplearse en diferentes aplicaciones. La más interesante es la de alimentar a los vehículos con tecnología g-tron, es decir, turismos bi-fuel capaces de funcionar indistintamente con gasolina o gas natural.

Recordemos que el metano es el principal hidrocarburo gaseoso del cual se compone lo que conocemos como gas natural.

Por eso, en junio del año 2013, Audi inauguró la primera planta “Power to Gas” (de energía a gas) en la ciudad de Werlte (Alemania) para producir e-gas a partir de electricidad limpia, agua y dióxido de carbono.

Pues bien, ahora Audi ha dado un paso más hacia delante en materia de sostenibilidad, porque su compañía asociada Grupo Viessmann ha conseguido generar combustible sintético mediante un nuevo proceso biológico, que se lleva a cabo en la fábrica piloto alemana de Allendorf (Alemania), inaugurada en febrero de 2.016.

El Audi e-gas se produce en un proceso de dos etapas: electrólisis y metanización.

  • Electrólisis: que es el primer paso. En el cual la electricidad generada de forma renovable se utiliza para descomponer el agua en hidrógeno y oxígeno.
  • Metanización: que es la segunda fase, el hidrógeno se hace reaccionar con CO2 para producir metano sintético. En la planta de Audi e-gas en Wertle, ésto se realiza a base de un proceso químico-catalítico bajo alta presión y alta temperatura.

En la planta de Allendorf de Viessmann, la segunda fase es puramente biológica. Porque utilizan microorganismos que absorben el hidrógeno disuelto en el líquido y el dióxido de carbono a través de las membranas de sus células.

A partir de estas moléculas pueden entonces formar la molécula de metano. El proceso se conduce bajo una presión moderada de unos cinco bar y a temperaturas relativamente bajas.

Además, la planta piloto de Viessmann establece otro hito técnico al ser la primera fábrica de conversión de energía en gas. Su fuerza reside en el hecho de que procesa directamente el dióxido de carbono contenido en el gas.

A diferencia de la metanización química, el CO2 no necesita estar presente en alta concentración o en forma purificada, lo que abre nuevos caminos de obtención. Los tratamientos menores de aguas residuales y las plantas de biogás en las cuales no se realiza purificación de biogás, pueden considerarse ahora como fuentes de CO2.

Gracias a esta nueva asociación, Audi ofrecerá e-gas producido de forma sostenible a un creciente número de sus clientes. Además, esta marca también está aumentando su línea de modelos impulsados por e-gas. Entre los que se encuentran:

  • Audi A4 Avant g-tron (2.014).
  • Audi A3 Sportback g-tron (2.013).

SEAT y sus distintos proyectos de GNC

SEAT, otras de las marcas referentes en Europa en cuanto a la tecnología GNC con sus motores TGI. También se ha embarcado en un nuevo proyecto europeo para producir bio-metano. En este caso es  a partir de residuos.

Es el denominado proyecto “Life Landfill Biofuel”, que se desarrollará hasta 2023 y que cuenta con un presupuesto global de 4,6 millones de euros, de los cuales la Comisión Europea financia el 55 por ciento.

SEAT participa junto a otras entidades en busca de la obtención de bio-metano de una fuente autóctona y abundante, como es la basura. Y probará en sus vehículos el biocombustible generado directamente desde los deshechos de vertederos municipales, sin una separación previa.

Además, SEAT ya participa en otro proyecto, el Life Methamorphosis, también para conseguir bio-metano, en este caso desde residuos previamente seleccionados y purines de una granja de Lérida.

Porque el uso del gas natural renovable se considera como una de las soluciones óptimas para la reducción de los gases invernadero y una de las fórmulas para lograr una forma de transporte sostenible, eficiente y asequible.

Un ejemplo de planta de generación de GNC (Bio-Metano) en España es la instalación en Madrid de Valdemingómez. La cual produce bio-metano suficiente por la descomposición de los residuos urbanos como para mover 10.000 vehículos alimentados por GNC durante un año.

Un importante reto medioambiental que SEAT comparte con otras empresas como FCC, IVECO, la Universidad de Granada, la fundación CARTIF, SYSADVANCE y Gasnam para lograr biocombustible.

Pero la apuesta en esta línea es clara por parte de SEAT y va más allá, como demuestra el hecho de estar involucrada en un tercer proyecto. En éste, SEAT participa junto a Aqualia para lograr biocombustible desde aguas residuales.

Proyectos para crear la oportunidad de aprovechar los residuos del casi medio millón de vertederos existentes en Europa y, mediante certificaciones, facilitar el desarrollo de la industria en España como ya ocurre en algunos países europeos. La transferencia de estas certificaciones entre sectores será un respaldo para la industria del transporte.